Todo el mundo te va decir que sigas tus sueños, incluso yo.
Pero lo cierto es que seguir nuestros sueños conlleva riesgos.
Es como si estuviéramos frente a un abismo y pasando ese abismo están nuestros sueños. Tenemos que saltar para llegar, pero tenemos miedo de que si saltamos nos vallamos a caer. Caer seria el fracaso y, obviamente, nadie quiere eso.
Nos da miedo que lo que elijamos no nos haga feliz. Porque todos vivimos de nuestros sueños y si algún día descubriéramos que esos sueños son imposibles o no son lo que queremos, no tendríamos nada por lo que vivir.
Hay 3 opciones:
*Podemos quedarnos en el borde del abismo, manteniendo nuestros sueños como solo sueños, manteniendo esa magia de preguntarse “que pasaría si...” El problema es que nunca vamos a poder responder a eso porque no somos los suficientemente valientes para hacer el salto de fe.
*También podemos saltar tan alto que lleguemos a la otra orilla sin caer. No muchos lo logran, pero quienes lo hacen son recordados por siempre.
*Y por ultimo, podemos lanzarnos y caer. Y seguramente pensaras que es la peor opción, pero no estés tan seguro. Nadie nunca dijo que caer era la perdición. Una vez abajo podemos mirar hacia arriba e intentar subir. Nos costará mucho y sera muy duro, pero eventualmente lo lograremos y cumpliremos nuestros sueños.
Lo bueno de los sueños es que no tienes porque elegir ahora, puedes esperar años. Y tampoco tienes que elegir solo una opcion.
Podes optar por la primera opción, siguiendo tu vida normal, pensando en que algún día vas a dar el salto. Y mas adelante, podes optar por la opción 3, podes dar el salto y caer, volver hacia atrás. Y por ultimo, podes con mas experiencia saltar y, darte cuenta, de que llegaste a la otra orilla sin esfuerzos.
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